“Mobility as a Service” (MaaS) se refiere a todas las iniciativas dirigidas a facilitar experiencias de viaje integradas, aprovechando los datos abiertos sobre transporte e infraestructura. Según la MaaS Alliance, combina varios servicios de transporte en una solución de movilidad unificada, accesible y bajo demanda. Al final, es un conjunto de técnicas que animan a los usuarios a dejar de usar y depender del coche. Para tener éxito, MaaS requiere una plataforma que ofrezca acceso inmediato a múltiples opciones de transporte a través de un único portal digital, permitiendo una cobertura integral. Los usuarios deberían poder organizar y pagar viajes, incluyendo trenes, autobuses, scooters, bicicletas, taxis, alquiler de coches y compartir coche, en paquetes agrupados.
El objetivo último de MaaS es proporcionar una experiencia de viaje económica, eficiente y enriquecedora para todos los usuarios, independientemente de su situación económica. Lograr esto implica hacer que el proceso de pago para viajes multimodales sea increíblemente sencillo. Por ejemplo, un viaje que involucre autobús, tren y taxi no debería requerir pagos separados para cada modo, ya que esta complejidad provoca que las personas vuelvan a confiar en los coches.
Sin embargo, crear una experiencia de pago único y fácil requiere navegar por una compleja red de acuerdos entre varios actores involucrados en el transporte multimodal, lo que representa un desafío significativo para escalar soluciones MaaS de manera efectiva.
En el ámbito de la movilidad pública, existen cuatro modelos de pago principales, unos más populares que otros.
Sistema de Prepago también llamado cerrado
Desde el inicio de los sistemas de transporte público, el prepago ha sido el método estándar para acceder a servicios como autobuses y trenes, una práctica familiar para casi todos. Con la llegada de los años 90, las tarjetas inteligentes comenzaron a reemplazar los billetes de papel tradicionales, ofreciendo una opción de prepago más moderna. Los usuarios pueden precargar estas tarjetas con una cantidad específica de dinero para gastos de viaje futuros o bien optar por un abono temporal que proporciona acceso ilimitado a la red durante un período establecido.
Este sistema se conoce como un modelo de pago "cerrado" porque los fondos cargados en las tarjetas solo se pueden usar dentro de un ecosistema de transporte específico, haciendo que estas soluciones sean exclusivas de sus respectivas redes de tránsito con interoperabilidad limitada.
La principal ventaja para los usuarios es la facilidad y familiaridad de prepago para el transporte público, lo que minimiza la necesidad de extensas campañas de educación pública sobre cómo usar el servicio. Para los operadores de transporte público, este modelo no presenta ningún riesgo financiero, asegura un flujo de efectivo para servicios que aún no se han proporcionado y ayuda en la previsión de la demanda, ya que aumentos de ventas anticipan puntas de demanda.
Además, los sistemas cerrados facilitan la implementación fácil de tarifas con descuento para clientes específicos como personas mayores, estudiantes y niños, sin excluir a aquellos sin cuentas bancarias.
Los inconvenientes afectan principalmente a los usuarios, empezando por los costes físicos de producir las tarjetas. La necesidad de poseer un elemento tangible para el acceso al viaje, ya sea un billete o una tarjeta inteligente, significa que la pérdida, el robo o el daño pueden impactar significativamente la movilidad, afectando a aquellos menos recursos para reemplazar dichos artículos.
Además, estos sistemas a menudo requieren que los usuarios recarguen físicamente sus tarjetas en ubicaciones específicas, agregando inconvenientes. Una penalización significativa del lado del usuario proviene de la "pérdida", donde los fondos no utilizados permanecen en las tarjetas, beneficiando financieramente a los operadores que cobran por un servicio que no se ha producido. Este aspecto socava el objetivo de transporte inclusivo de MaaS al marginar a los usuarios con menos ingresos.
Desde la perspectiva del operador, la inversión inicial en crear una infraestructura de pago única es sustancial, no solo en términos financieros sino también considerando el riesgo de obsolescencia tecnológica.
Pay as you Go (PAYG) también denominado Sistema Abierto
Para una plataforma de Movilidad como Servicio (MaaS) bien desarrollada, es crucial acomodar todo tipo de necesidades de viaje, desde viajes improvisados hasta viajes diarios. El modelo PAYG opera bajo este principio, cobrando a los viajeros solo por los viajes que realizan mediante cargos directos en sus cuentas. Este modelo admite tanto servicios de tarifa fija, como autobuses, como precios variables basados en la distancia o zonas, utilizando tarjetas bancarias y smartphones equipados con “Near Field Communication” (NFC) para transacciones inmediatas.
En este contexto, "abierto" se refiere a pagos realizados a través de tarjetas bancarias sin contacto o billeteras digitales como Apple Pay, que no están restringidas a un único proveedor de servicios. Idealmente, en una configuración MaaS, los pagos abiertos consolidarían los cargos por todos los segmentos de un viaje en una sola transacción, aunque ejemplos prácticos de esto aún están por verse.
Los pagos abiertos son bienvenidos por los usuarios en las regiones donde se han introducido, ofreciendo una experiencia similar a los sistemas cerrados pero sin la necesidad de una tarjeta de viaje precargada. La conveniencia de usar tarjetas contactless o smartphones para viajar hace que este modelo sea altamente inclusivo, eliminando barreras para viajeros ocasionales o aquellos cautelosos ante costes iniciales altos.
Para los proveedores de servicios, las ventajas incluyen evitar los costes asociados con producir y gestionar sus propias tarjetas de pago y aprovechar la tecnología NFC existente para el procesamiento de pagos, reduciendo así los gastos generales y beneficiándose de economías de escala.
Por otro lado, los principales desafíos del sistema PAYG radican en los costes iniciales de configuración. Actualizar los sistemas de peaje para aceptar pagos abiertos exige una inversión significativa en hardware nuevo, telecomunicaciones y capacidades de procesamiento en el backend. Esta revisión puede disuadir a los organismos de financiación locales, especialmente cuando las infraestructuras existentes aún están operativas.
Integrar pagos abiertos en un verdadero marco MaaS podría introducir pasos adicionales para los usuarios, como descargas de aplicaciones y configuraciones de billeteras digitales, complicando potencialmente la experiencia del usuario. Además, conectar todos los componentes en tiempo real para procesar pagos de manera eficiente y segura añade complejidad y coste.
Las tarifas de procesamiento de transacciones también presentan una carga financiera para los operadores, ya que los pequeños márgenes en las tarifas PAYG significan que estas tarifas pueden consumir una porción significativa de los ingresos. Además, aplicar tarifas concesionarias a grupos de usuarios es más complicado sin el control directo ofrecido por los sistemas cerrados.
Por último, la dependencia de tarjetas de crédito, débito o prepago puede excluir a la población que no tiene cuentas bancarias, planteando un desafío de accesibilidad que requeriría soluciones más allá del sector del transporte, potencialmente involucrando a instituciones financieras.
Modelo de Suscripción
Este modelo se basa en una tarifa plana mensual como el principal método de pago para acceder a varias opciones de transporte, con cargos aplicados a través de cargos o pagos móviles que se renuevan automáticamente. Este enfoque otorga a los usuarios acceso ilimitado a diferentes modos de transporte.
Las suscripciones consolidan el uso de varios servicios de transporte en un pago regular, ofreciendo a los usuarios claridad sobre sus gastos de viaje y potencialmente ahorrando dinero en comparación con pagar por cada viaje individualmente. Este modelo se alinea con las tendencias de consumo actuales, donde hay una amplia de modelos de suscripción, desde entretenimiento hasta software, sugiriendo una familiaridad que podría facilitar la adopción por parte del cliente. Para los proveedores de transporte público, la transición a suscripciones basadas en aplicaciones gestionadas por terceros podría reducir significativamente la complejidad y el coste de distribución de tickets, al tiempo que ofrece ventajas en términos de flujo de efectivo y gestión financiera debido a las transacciones de mayor valor.
Por otro lado, aunque las suscripciones son populares para gastos mensuales pequeños, es posible que no sean aceptadas tan fácilmente para costes esenciales y más grandes, como pases de viaje completos, que podrían superar los 150 euros/mensuales. Tal coste fijo alto puede disuadir a usuarios potenciales, especialmente aquellos con recursos financieros limitados.
El cambio hacia el trabajo en remoto y los cambios resultantes en los patrones de viaje presentan desafíos adicionales para el modelo de suscripción. Si bien puede ofrecer ahorros para los viajeros diarios, convencer a los viajeros ocasionales de su valor requiere esfuerzos de marketing significativos. Además, el movimiento hacia suscripciones agrupadas complica la previsión de la demanda para los operadores dentro del ecosistema MaaS. Para mantener precios competitivos para un servicio combinado, las plataformas MaaS podrían necesitar negociar tarifas por viaje más bajas con estos proveedores, lo que podría afectar la viabilidad general de las iniciativas MaaS.
Sistema de Postpago
En el ámbito del transporte público, el modelo de facturar a los clientes después de viajar es relativamente novedoso pero se puede encontrar ejemplos, especialmente en escenarios de movilidad B2B. Un caso común son las cuentas corporativas con servicios de taxi, donde los empleados usan un código específico vinculado a la cuenta de la empresa para viajar. La empresa luego recibe una factura detallada de estos viajes al final de cada ciclo de facturación.
Para los usuarios, el método de postpago podría permitirles viajar sin preocupación inmediata por los costes, potencialmente alentando un uso más frecuente del transporte público. Este aumento en el uso podría beneficiar financieramente a las plataformas MaaS y a los operadores de transporte al aumentar el volumen de viajes.
Sin embargo, el principal desafío para implementar un modelo de postpago en un contexto MaaS es el riesgo financiero que plantea a los operadores de servicios, intensificado por los incentivos para que los usuarios viajen más bajo tal sistema. Las agencias de transporte necesitarían verificar la autenticidad de los métodos de pago al inicio de cada viaje y asegurar la autorización de transacciones en tiempo real para mitigar este riesgo. Además, las agencias deberían perseguir pagos atrasados de los usuarios, un proceso conocido como recuperación de deudas, que es crucial para mantener la capacidad de ofrecer servicios futuros. Dados los márgenes de beneficio ajustados de los costos agregados, incluso un pequeño porcentaje de impagadores podría amenazar la estabilidad financiera del modelo MaaS.
Conclusiones
En conclusión, Movilidad como Servicio (MaaS) se presenta como un enfoque transformador para la movilidad urbana, dirigido a integrar varios modos de transporte en un sistema eficiente, accesible y cómodo. Aprovechando datos abiertos sobre el transporte público y la infraestructura, MaaS busca animar a los usuarios a alejarse de la dependencia de vehículos personales y confiar en una red de transporte más sostenible, compartida e interconectada. El éxito de MaaS depende del desarrollo de una plataforma amigable para el usuario que combine múltiples opciones de transporte, desde trenes y autobuses hasta scooters, taxis y vehículos compartidos, en un único servicio digital, simplificando los procesos de planificación, reserva y pago para diversas necesidades de viaje.
La exploración de diferentes modelos de pago, prepagos cerrados, PAYG abierto, suscripción y postpago, revela enfoques variados para facilitar el acceso de los usuarios a las plataformas MaaS. Cada modelo lleva su propio conjunto de ventajas y desafíos, desde la familiaridad y seguridad de los sistemas cerrados hasta la flexibilidad e inclusividad de los servicios PAYG abiertos y de suscripción, y finalmente, hasta la comodidad pero mayor riesgo crediticio asociado con los métodos de postpago.
En última instancia, la evolución de MaaS dependerá de encontrar un equilibrio entre estos modelos de pago, abordando los riesgos operativos y financieros que presentan y asegurando que se alineen con las diversas necesidades y preferencias de los usuarios. A medida que MaaS continúa desarrollándose, su potencial para remodelar la movilidad urbana al ofrecer opciones de transporte más sostenibles, eficientes e inclusivas es innegable. Sin embargo, lograr esta visión requerirá superar desafíos significativos, incluyendo la integración de sistemas de pago, la gestión de riesgos financieros y asegurando el acceso equitativo para todos los usuarios. El futuro de MaaS radica en su capacidad para adaptarse a estos desafíos, aprovechando la tecnología y soluciones de pago innovadoras para crear un ecosistema de transporte urbano más conectado y sostenible.
Referencias
Telford-Reed, N., & Estep, B. (2023). Why payments are the key to moving MaaS forward. Endava. MAAS-Alliance. Retrieved from https://maas-alliance.eu/wp-content/uploads/2023/07/Payments-MaaS_whitepaper_2023.pdf
Málaga, Spain